Una luminaria no es solo un “soporte para una lámpara”. Es un sistema electromecánico diseñado para optimizar el rendimiento lumínico, proteger los componentes internos y asegurar la eficiencia energética del conjunto.
🔧 Componentes clave de una luminaria:
- Fuente de luz
Puede ser reemplazable (bombillas, tubos) o integrada (módulo LED). Define la eficiencia luminosa (lm/W), temperatura de color (K) y vida útil (horas). - Óptica (reflectores, lentes, difusores)
Controla la distribución de la luz (ángulo de apertura, uniformidad, UGR). Es fundamental para cumplir requisitos fotométricos del proyecto. - Driver o balastro
Convierte y regula la energía eléctrica que alimenta la fuente de luz. Es clave en luminarias LED y debe cumplir normas de seguridad (protecciones, PFC). - Carcasa o cuerpo estructural
Generalmente de aluminio o policarbonato. Protege internamente y actúa como disipador térmico. Determina también el diseño y la resistencia mecánica. - Sistema de disipación térmica
Permite que el calor generado no afecte la vida útil del LED. Un buen diseño térmico asegura mayor durabilidad y rendimiento estable. - Índice de protección IP/IK
IP (protección contra agua/polvo) e IK (resistencia a impactos). Especificaciones fundamentales para ambientes industriales, exteriores o expuestos. - Sistema de montaje o fijación
Puede ser colgante, de empotrar, a poste, a muro, etc. Asegura una instalación estable según el tipo de aplicación.
📐 En resumen:
Una luminaria está compuesta por un conjunto de elementos eléctricos, ópticos, mecánicos y térmicos que trabajan en conjunto para ofrecer una iluminación eficiente, segura y adecuada al entorno.